Traje nuevo

Tuve la dicha de leer el poema de Jorge Debravo: “Trajes”.

Señala el poeta que nos hemos habituado tanto a usar nuestro viejo traje; ese que usamos en la iglesia, en la casa, en el gobierno, en general en nuestra vida diaria.

Ese que al pensar en cambiarlo nos da miedo y nos paraliza.  Más aún, dice el sabio, que antes de pensar en el cambio tendemos a ajustar nuestras costumbres, credos y nuestros pensamientos a la “estrechez de ese traje apolillado y viejo”.

Comenta que vale la pena, un día de tantos a atrevernos a desechar ese viejo traje y darnos la oportunidad de vestir uno nuevo.

Oportuno ese llamado para pensar en inyectar a la sociedad de pensamientos y acciones de bien. De señalar a nuestros hijos, compañeros y contertulios, la posibilidad de alcanzar un mundo lleno de fe y esperanza, muy lejos de la fosa fatal, del lodo y del pantano. divisionismo,

La Costa Rica del hoy está cargada de un ambiente tan negativo, de divisionismo, y críticas con y sin fundamento. De atropellos en todo el sentido de la palabra. Personalmente creo que estamos estancados, pues fundamwntalmente por el divisionismo todos remamos en dirección contraria. 

Concuerdo con lo manifiesto intrínsicamente por el poeta, cuando expresa que el verdadero problema no es saber hacia dónde dirigirnos, sino más bien el cómo hacerlo.  Es más, un problema de actitud y de pensamiento. Mas tiene que ver con el ser antes que con el hacer.

Por un momento démonos la oportunidad de pensar en el valor y poder de nuestras palabras, pues con ellas construimos o ponemos grilletes.  Dijo el sabio Salomón; “como manzanas de oro con incrustaciones de plata son las palabras dichas a tiempo” y sabiamente. Dice que “la lengua amable quebranta hasta los huesos”.

Soñemos y trabajemos para construir una Costa Rica mejor: más prospera, con mejor distribución del ingreso nacional, cimentada en el bienestar de su gente. Una sociedad basada en el respeto, más realizada y verdaderamente feliz.

Es hora de pensar todos en aportar a su desarrollo.  Es hora de pensar en cambiar nuestro viejo traje y vestirnos de uno lleno de esperanza y positivismo.