Troles o flores
El periodista profesional, hay miles de arribistas sin estudios ni escrúpulos, es una fuente permanente de energía, su pensamiento usualmente se desplaza por lo divino y lo terreno, prácticamente, ningún tema le es ajeno, pretender callarlo con intimidaciones, gritos o improperios, es tarea prácticamente imposible.
A veces un comunicador guarda silencio, no por cálculo, simple y sencillamente está espigando entre lo hepático y lo realmente nacido del razonamiento ponderado, equilibrado, de ahí el poco interés de debatir con desquiciados en cualquier ámbito de la vida.
Frecuentemente se recuerda lo inútil de discutir por política, religión o fútbol, con la particularidad, cuando se opina de lo primero, al instante saltan lo denominados troles, personajes ficticios, creados por negocio para sembrar las espinas de la duda, el deshonor, la desinformación.
Detrás, ocultos, quienes medran del poder, a fin de cuentas, como bien expresó un tenebroso personaje: “un político pobre, es un pobre político”, de ahí la necesidad imperiosa del enriquecimiento, por la vía que sea, eso forma parte del primer mandamiento de la inmensa mayoría: amarás al dinero sobre todas las cosas.
Muchas personas terminan asqueadas de la politiquería, como los sucesos, privilegiados en los noticieros, iguales en su contenido desde tiempos bíblicos, con crímenes, asesinatos, violaciones, secuestros intoxicando desde primeras horas, a las personas, enviándolas con miedo a la corta, maravillosa travesía de la vida.
En estos días revolcando la tierra en el jardín, ante la presencia improvisada de las lluvias cuando usualmente el verano arrecia, como tantas veces, contemplé la majestuosidad de los lirios, esa planta maravillosa, según Mateo el evangelista, elogiada por el gran Jesús, al referirse a los vestidos del más sabio, rico de los reyes de todos los tiempos, Salomón.
La voz del Maestro resonó en el calor desértico: “¿Quién de vosotros, por mucho que se preocupe, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?
¿Y por qué os inquietáis por el vestido? Mirad los lirios del campo, cómo crecen, no se fatigan ni hilan.
Yo os aseguro que ni Salomón en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos”
La vida constantemente nos planta encrucijadas, a sabiendas, de que ninguno de nosotros quedará memoria en el transcurrir de los tiempos, el momento es hoy.
Un sencillo comentario de como reproducir lirios a partir de semillas se esparció por muchos e insospechados lugares: Chile, México, España, República Dominicana, en todos los interesados pareciera imperar un común denominador: Si siembras el mundo de flores, nunca vas a recoger troles.
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