Un año que termina , el año en que nos robaron la calma
Este año 2023 ya en su ocaso sin duda alguna prevalecerá en nuestras memorias pues pasará a la historia como el año en que le robaron la calma a Costa Rica, el año con más derramamiento de sangre, el año que superó la cifra histórica de 800 homicidios, el año en que los costarricense vivimos lo que nunca imaginamos vivir en nuestro país “bajo el límpido azul de tu cielo” como reza nuestro himno nacional, observamos con estupor y casi con alguna incredulidad, como solamente lo habíamos visto en algunas películas de ficción, personas asesinadas en lugares públicos, en afueras de un hospital , en las cercanías de escuelas, en una cancha de fútbol, en plena vía pública, sin respecto ni miramiento alguno a la vida humana ni a quienes estaban a sus alrededores.
El Organismo de Investigación Judicial, OIJ, ha indicado que el 64,7 % del total del total de los homicidios se originan en «ajustes de cuentas y venganzas», que por lo general están asociados al narcotráfico y golpean fuertemente a los jóvenes ya que un 41 % de las víctimas de homicidios tenían edades entre los 15 y los 29 años.
Las provincias con más homicidios están encabezadas por la provincia de Limón , San José y Puntarenas , siendo estas dos zonas costeras nuevamente impactadas, esta vez por este flagelo ya que las mismas han estado deprimidas en cuanto a su desarrollo donde el desempleo y la falta de oportunidades son su distinción, consecuentemente ha quedado expuesta como caldo de cultivo la población joven que se ha convertido en una de las principales víctimas de estos crímenes.
Los costarricenses perdimos la tranquilidad , y así lo demuestra la reciente Encuesta de Opinión Pública elaborada publicada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, donde se reveló que la inseguridad se consolidó como el principal problema del país.
Este año 2023 nos deja cicatrices de violencia e inseguridad y dolor a muchas familias que hoy lloran la pérdida de un ser querido , madres y padres que perdieron a un hijo , a un hermano, e hijos que perdieron a sus padres. El 2023 se lleva la calma y la tranquilidad que caracterizaba nuestro país, y pone al desnudo una realidad que no podemos ni debemos normalizar por más que sean los homicidios los acontecimientos del día a día, Costa Rica merece y debe recuperar su paz.
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