Un lenguaje nuevo para Costa Rica
El lenguaje nuevo para Costa Rica está condensado en una sola palabra, hacer, con 47 asepsiones, significados o usos, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Todos los días empleamos este verbo. Lo primero es hacer y terminar bien el trabajo previsto.
Lo segundo es valorar si cumple o no el proyecto original, lo solicitado, finalmente, y después de analizarse a sí mismo, anotar si imperó la pereza o el indiferentismo puesto en la obra. Estos pasos nos permitirán el grado de exigencia puesto en cada momento, ya sea que se esté usando o manejando una sierra, un torno, una batidora de cemento, o manejando un tráiler, cocinando en la casa o realizando una operación quirúrgica, u otorgando un préstamo bancario.
Según se miren las cosas, todas llevan implícito el hilo conductor de la verdad. El hacer y terminar una obra mejor de lo previsto, permite medir el grado de la conducta de todo trabajador. No es igual hacerlo bien que hacerlo mal.
Actualmente se habla mucho de un sustituto de la verdad, la posverdad. Dicha palabra está compuesta de subterfugios, cálculos engañosos, fantasías y mentiras muy bien hilvanadas, como le sucedió hace poco a un banco estatal nuestro. Esta posverdad le costó al Estado la suma de 31 mil millones de dólares. Como puede apreciarse, la verdad continúa siendo la verdad, y todo cuanto se aparte de ella es falso. Solo es cierta su falsedad.
Continuemos siendo personas de una sola pieza. Ostentemos la dignidad de ese orgullo. Defendamos siempre la verdad y seamos enemigos de falaces planteamientos, pues si no somos juzgados aquí, siempre lo seremos allá.
Hagamos las cosas con el orgullo de ser personas honradas, tal y como nos enseñaron nuestros antepasados y lo piden la democracia y el Estado de derecho imperantes.
En verdad, Costa Rica necesita un nuevo lenguaje: cultivar la verdad.
Los comentarios están cerrados.