Valde de agua fría para un pueblo que creyó en un cambio

Panorama Digital
Panorama Digital
Valde de agua fría para un pueblo que creyó en un cambio
Loading
/

La mayor preocupación de los hogares, principalmente, de clase media y baja, así como de quienes están en pobreza extrema en Costa Rica, al igual que en cualquier parte del planeta, es resolver las necesidades básicas del día a día, como son el acceso al trabajo, a la salud, a la alimentación, a la vivienda y a la educación que les facilite las herramientas para lograr un futuro digno.

Desde administraciones pasadas la brecha social en nuestro país se ha ido ampliando vertiginosamente, la clase media prácticamente desaparece, la pobreza y pobreza extrema van en aumento; el tejido social costarricense se polariza convirtiéndose en una de las sociedades más desiguales de Latino América.

La educación en general es fundamental para establecer la plataforma que brinde oportunidades reales de progreso a la clase media y baja, el debido financiamiento y la modernización del esquema educativo del país, ayudaría en gran medida a subsanar la enorme brecha social existente.

La modernización de la educación enfocada en mantenerse al día, con los avances tecnológicos como la inteligencia artificial y la globalización, permitiría ofrecer a Costa Rica la mano de obra especializada, para hacer frente los complejos retos del futuro y garantizar el progreso equitativo de todos los costarricenses y así reducir el desempleo que se agiganta día a día.

Sin oportunidades reales para las clases más necesitadas, sin equidad, sin justicia social, la sociedad cada día se polarizará y será más desigual, no cabe la más mínima duda de que se gesta el coctel perfecto, que amenaza con  desestabilizar la democracia y el Estado de Derecho, esos que con orgullo caracterizó a Costa Rica.

La mayoría de los electores eligieron como Presidente de República a don Rodrigo Alberto de Jesús Chaves Robles y como diputada a doña Pilar Cisneros Gallo, el soberano que depositó la confianza en ellos, creyó y votó por un cambio, el cual se reflejara en un mayor bienestar para las clases más necesitadas.

Muchos ciudadanos de a pie y de autos usados creyeron no votaron por los mismos de siempre, creyeron en el ofrecimiento de oportunidades reales de empleo, estudio y accesibilidad a una canasta básica económica; votaron esperando el fortalecimiento de la clase media, en bajar los índices de pobreza, votaron porque creyeron que vendrían tiempos de mayor bienestar para todos.

Valde de agua fría para un pueblo, que creyó en un cambio, fue la nota periodística de La Nación, del pasado 23 de agosto, donde se informa que la caída en precios de bienes llega despacio a hogares más pobres.

Las no pocas salidas en falso y las promesas no cumplidas, bajan la popularidad y credibilidad en el gobierno; así como, las expectativas de tener un mayor bienestar y de oportunidades reales para todos, prácticamente, se derrumbaron.

Los comentarios están cerrados.