Vivimos tiempos inéditos que requieren respuestas igualmente inéditas
La actual crisis sanitaria provocada coronavirus, es una gran amenaza pero no solo en el campo de la Salud de los costarricenses pues vino a agravar la ya severa crisis económica y social existentes.
A lo anterior, lamentablemente, hay que agregarle la más que evidente ausencia absoluta de un claro liderazgo político de las autoridades electas en las urnas electorales, para abordar la problemática nacional de forma integral, visionaria e inteligente.
Este gobierno y la mayoría de diputados aprobaron un proyecto de ley, popularmente, conocido como Plan Fiscal, que a criterio de este comentarista, la implementación del Impuesto al Valor Agregado, IVA, fue el disparador de contracción de la demanda interna, y con ella se dieron graves perjuicios para la producción nacional y pérdida de puestos de trabajo, fue.
Dado el clima de inestabilidad económica, social y de falta de liderazgo, quiero mencionar la importante iniciativa de la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular, al lograr conjuntar a un número muy representativo de diferentes agentes económicos, actores sociales y de distintos grupos afines y filiales, para entre todos juntos abordar la problemática nacional y de igual manera llegar a propuestas concretas e inteligentes, para resolverla.
Asimismo quiero referirme, según lo interpreto como muy poco feliz editorial del periódico La Nación, del pasado miércoles 4 de noviembre. En este editorial sinceramente encuentro un innecesario sarcasmo y una total falta oportunidad; cuando se busca demeritar esta la expresión “de la manera más respetuosa”, utilizada en una aparente petición que le hace la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular a la Asamblea Legislativa, para que no aprueben proyectos, que pudieran agravar el clima de aversión popular y le den un espacio al esfuerzo de lograr acuerdos patrióticos por medio del diálogo multisectorial promovido por el ente superior del Banco Popular.
Si bien todas las autoridades electas, en las urnas electorales, están legal y constitucionalmente autorizadas para proceder como representantes del Soberano, según su buen saber y entender, no menos cierto, es que existe un alto nivel de desconfianza y credibilidad en una inmensa mayoría de la ciudadanía respecto al proceder de ellas.
Muy flaco favor le hizo al país el editorial citado, al decir que la petición respetuosa antes indicada es un irrespeto a las competencias de la Asamblea Legislativa consignadas en la Constitución Política. Precisamente es por el obligado respeto y la debida atención a la institucionalidad, fue que se utilizó la expresión, “de la manera más respetuosa”.
Por lo tanto, la alternativa de la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular es una iniciativa inédita y muy oportuna, que merece ser consideradada y no buscar demeritarla y/o debilitarla
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