Volver a la familia en navidad
En Navidad los ánimos se presentan más calmados, esperando volver a la familia. A pesar de que en toda dinámica familiar hay problemas, dolores, resentimientos, malos entendidos, es un buen momento para practicar la comprensión y el perdón.
No podemos dejar de lado, que venimos de una familia. Lo bueno y lo malo va quedando en el inconsciente. Son las primeras experiencias de vida. A lo largo del tiempo toca ir sanando a la madre, padre, o a quienes nos criaron en los primeros años de infancia.
Tanto progenitores como ancestros hicieron lo que pudieron, según las pautas que se desarrollaron por generaciones en el árbol genealógico. Es por esto que la generación actual y en tiempo presente se da una tendencia a repetir patrones, así como el cumplimiento de lealtades familiares.
Por lo general se responde de dos maneras a los traumas vividos en la niñez. Una es la repetición de conductas, aunque estas hayan causado dolor, perpetuando formas insanas de vivir y tratar a los hijos.
Otra es reparar y romper viejos patrones de violencia, abusos, autodestrucción, adicciones, maldad, o bien soportar relaciones de pareja abusivas. También se da la búsqueda de circunstancias que dañan a los demás o a si mismo.
Si se desea un cambio personal como familiar, sería bueno aprovechar la Navidad como un inicio de sanación ya que esta lleva implícito un mensaje de esperanza con el nacimiento del Niño Jesús, que vino a enseñarnos la importancia del amor y del perdón.
Se trata de volver a la familia con el corazón abierto a escuchar y comprender, favorecer la paz interior y darle una oportunidad a los buenos sentimientos. Este puede ser el mejor regalo para los niños. De esta manera se sentirán merecedores del amor porque todos están compartiendo y regalando sonrisas sinceras.
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