¿Y la idiosincrasia del costarricense?
Los defensores del concepto inclusivo, incluyendo a los actuales políticos que, tal pareciera se olvidan de los derechos de las mayorías, las raíces de un pueblo de tradiciones y la moral que siempre lo a caracterizado, para dar paso casi autoritariamente, a ideologías extranjeras que, no son la naturaleza del auténtico costarricense, naturaleza digna de respeto, ya que es la mayoría de las y los costarricenses que creen en los valores heredados por nuestros antepasados.
En la Campaña Nacional 1856 – 1857 Juanito Mora escribe “Los pueblos que no defienden lo suyo, terminan siendo inquilinos en su propio país”. ¿En manos de quien estamos depositando todo aquello que, con honestidad, fecunda labor y sangre, forjaron hombres y mujeres de principios?, con la idea de que las nuevas generaciones lo disfrutaran.
Casi 5.000.000 de costarricenses tendrán violentado sus legítimos derechos a la familia constituida por pareja hombre y mujer, con hijos creados en un hogar consagrado por la Constitución Política y protegido por 5 leyes de la república, simplemente por dar protagonismo a una simple y aunque simple, si muy respetable preferencia sexual que, al aterrizar en la realidad, no son la mayoría, más si aceptada dentro del concepto inclusivo, que dicho sea de paso inclusivo no es, descalificar la tradición de todo un pueblo que cree en el hogar tradicional de Costa Rica.
Señores diputados, no obliguen al costarricense a creer que, la unión entre el hombre y la mujer es simplemente para mantener la especie, en Costa Rica se cree que la familia es la célula de la sociedad y la familia la constituye en un porcentaje altísimo y mayoritario mujer, hombre e hijos. Diputados el concepto de familia de la mayoría de los costarricenses tiene que ser defendido, respetado y fortalecido con valores, sin perder de vista que las diferentes preferencias sexuales también tienen que ser respetadas.
Costa Rica es una nación inteligente, sabe distinguir la diferencia entre adaptar y adoptar, de tal forma que, a lo tico se pueden hacer adaptaciones moderadas que respeten la idiosincrasia nacional y desarrolle el concepto de inclusión, al favorecer a las minorías, en lugar de adoptar posiciones dictatoriales extremistas que afectan a la mayoría de las y los costarricenses, en un tema tan sensible como la imagen de la familia costarricense, por dar protagonismo a una minoría, como por ejemplo eliminar el femenino o masculino en las cédulas, hecho que nada tiene que ver con algún vínculo electoral, más bien con temas profundos de poder.
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