Ya fue suficiente con el plan fiscal del PAC
Costa Rica es un país caro para vivir y los impuestos que pagamos no se reflejan en servicios e infraestructura de calidad; esto a pesar de la alta carga tributaria y contribución total, que es superior a la de los países miembros de la OCDE, según datos del Banco Mundial; muchos de los servicios públicos son de calidad de país subdesarrollado.
Ya fue suficiente con el plan fiscal aprobado en el 2019, por lo que los impuestos nuevos que el Poder Ejecutivo pretende sean aprobados por los diputados, no son más que otra receta tributaria más, que afectará negativamente nuestra economía, ya bastante deteriorada; en Costa Rica se ha vuelto un milagro sobrevivir como micro, pequeña o mediana empresa.
Hay maneras de disminuir el gasto público y así no afectar más al bolsillo de los costarricenses, empezando por evitar la ineficacia en la gestión de cobro de las obligaciones tributarias vigentes, donde unos evaden impuestos y no pagan, mientras que, el grueso del pueblo los financia. Todo inicia con mejorar la gestión de la recaudación de los impuestos ya existentes.
Además con nuevos impuestos se encarece el costo vida, se reduce la capacidad de compra de los contribuyentes, se debilita el consumo interno y con él se contraen las actividades comerciales, se disminuye la competitividad del país y además como la experiencia lo evidencia, terminan siendo solo parches, que no resuelven los problemas de fondo de la hacienda pública, ni mucho menos generan bienestar para las personas.
Por consiguiente, no es con un nuevo paquete fiscal que se solucionará el problema de la hacienda pública, no es ahuyentando a los inversionistas con estos nuevos impuestos y encareciendo aún más el costo de vida, sino mejorando la gestión tributaria para evitar la evasión, eliminando la ineficacia de las autoridades tributarias a la hora de gestionar y recaudar los impuestos. La evasión en algunas ocasiones se da por la mala intención de los evasores de no pagar, pero en otras es por la confusión de los contribuyentes a la hora de pagar los impuestos, dado que el sistema tributario no es ni coherente ni armónico.
Hay que reducir el gasto público sin valor agregado, evitar el desperdicio, siendo eficientes en el manejo de todos los recursos, no será necesario aumentar más los impuestos.
En otras palabras, el Poder Ejecutivo pretende más de lo mismo en materia de impuestos, pero es importante recordar que ya la carga tributaria de unos años para acá ha sido alta, en especial desde que el plan fiscal anterior entró en vigencia, ahora lo que procede es mejorar la eficacia en la recaudación de todos los impuestos vigentes y ser eficientes en el uso de estos recursos.
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